Guacamole Mexicano-Español (dedicado a Lidia)

Como muchos de mis conocidos saben, tengo orígenes mexicanos y españoles… Creo que de ahí viene mi amor por la variedad de sabores, por las comidas sabrosas y especiadas (me encanta un buen plato con su toque picante) y por la fusión gastronómica.

Tengo mucha familia en México y me da mucho respeto compartir esta receta ya que, con el paso de los años, he ido variando la receta y al final mi guacamole no es exactamente el tradicional mexicano.

Supongo que he ido amoldando la receta a gustos más españoles que no están tan acostumbrados a las comidas con muchas especias… espero que mis tíos y primos me perdonen la licencia que me he tomado, y que tengan a bien recordarme la receta tradicional para hacérmela un día de estos.

Ahhh!! Antes de ponerme manos a la obra… unas palabritas para mi amiga Lidia, que le encanta mi guacamole y cada vez que hacemos reunión de amigos me pide que lo haga. Acaba de ser mami de una preciosa niña y por eso le dedico esta receta y me comprometo a hacerle más guacamoles de los que últimamente le he hecho.

TIEMPO: Unos 20 minutos                 DIFICULTAD: Fácil

INGREDIENTES (para unas 4 personas)

• 4 aguacates grandes y bien maduros
• 1 cebolla dulce o cebolleta mediana
• 1 tomate bien maduro
• 1 cucharadita de chile serrano (pica mucho, puedes cambiarlo por jalapeño, que también pica, pero menos!)
• 1 cucharada de cilantro (si te resulta muy fuerte puedes cambiarlo por perejil)
• Zumo de una lima (si no tienes, puedes usar zumo de limón)
• 1 sobre de sazonador para guacamole (que me perdonen mis tíos, imagino que esto en México no se usa, ¡pero aquí en España tiene mucha aceptación! )
• Sal
• Nachos (para mojarlos en el guacamole)

ELABORACIÓN

1. Para evitar que el aguacate se oxide, vamos a preparar antes el resto de ingredientes.

2. Picamos en trozos muy pequeñitos el tomate, la cebolla, el chile y el cilantro. Reservamos.

3. Pelamos los aguacates y vamos machacando la pulpa con un tenedor mientras añadimos el zumo de lima.

Machaca hasta dejarlo como una pasta con algún que otro tropezón (el tamaño y la cantidad de los tropezones depende de tu gusto ¡y de las ganas que tengas de esmerarte en el machaque!)

En México hay un instrumento que facilita mucho este paso, aquí debemos conformarnos con un tenedor.

Truco: No tires los huesos de aguacate. Si sobra guacamole, puedes ponérselos por encima en el recipiente y taparlo con film para evitar que se oxide y se ponga oscuro el aguacate.

4. Mezclamos el tomate, la cebolla, el cilantro y el chile con la pulpa del aguacate.

5. Añade el sobre de sazonador con la mezcla y prueba para ver si necesita sal.

6. Ya solo queda que pongas el guacamole en un bol y lo sirvas en la mesa acompañado de unos nachos para dipear…

¡Cuidado! Mi experiencia me dice que se acaba en un abrir y cerrar de ojos… ¡como no te andes listo, no lo pruebas!